miércoles, 9 de mayo de 2012

Pensando sobre... la justicia

¿Por qué hablar sobre “la justicia”? En nuestra vida hay veces en que experimentamos la carencia de algo que se nos debe. Es lo que sucede con esta cuestión. En muchas ocasiones nos expresamos diciendo: «¡no es justo!». ¿Qué queremos decir realmente?
La definición más breve y directa de la palabra “justicia” es: «Dar a cada uno lo suyo», es decir: «Dar (a Dios y al prójimo) lo que les es debido». Actuar con justicia no significa hacer ningún favor a nadie, sino darle algo que se le debe, que ha de ser suyo, que le pertenece; privarle de eso supone hacerle una injusticia.
Otras veces, ya sea contemplando como espectadores algo que les sucede a los demás, ya sea viviendo algo que nos pasa a nosotros, no dudamos en decir: «¡eso es injusto!», o «¡qué injusticia!».
Es importante darse cuenta de que:
  1. cuando estimamos una experiencia como “injusta”, lo que hacemos es reconocer la carencia de algo de lo que no disponemos en ese momento; es decir, podríamos decir que la injusticia como tal no existe: lo que se da es la ausencia de justicia, y eso es lo que nos hace revelarnos y enfadarnos tanto.
  2. La justicia no es simplemente algo que queda fuera de nosotros; es decir, no se trata de un simple “estado de cosas”, de una manera de organizar la relación entre las personas, sino que está en juego algo que tiene que ver con el Bien, algo que nos implica de manera esencial como personas... está en juego nuestra propia identidad como personas: es injusto ser privados de algo que es necesario para que podamos llegar a ser plenamente quienes hemos de ser.
Por tanto, debemos tener siempre en cuenta que:
  • la justicia entre las personas y entre los pueblos no es simplemente la consecuencia de ponernos de acuerdo en una manera de hacer las cosas, o de que todos pensemos lo mismo; se trata de reconocer que existe el Bien, y de actuar en su construcción. Lo que está en juego es lo que se llama: el Bien Común, sobre lo que hablaremos en otro post.
  • Por mucho que uno se empeñe en cambiar las estructuras sociales, si no comienza por cambiar él mismo, no conseguirá la justicia que busca.
  • Al final, vemos que la justicia es consecuencia de la presencia del justo; o sea, que no puede darse la justicia sin personas justas, y al revés: que si las personas somos injustas, lo que generamos es una realidad injusta.
  • Dice el  Catecismo de la Iglesia Católica (nn.1803-1804): «La persona virtuosa tiende hacia el bien, lo busca y lo elige a través de acciones concretas. […] El hombre virtuoso es el que practica libremente el bien».
Hoy se tiende a comprender la justicia como una simple regulación de la convivencia social para evitar conflictos; esto da origen al “positivismo jurídico”, donde la única pretensión es establecer la igualdad, eliminando toda preferencia subjetiva, y donde se pretende que la mayoría puede decidir lo que está bien y lo que está mal. Sin embargo, en la concepción clásica y cristiana, la justicia tiene un contenido mucho más profundo: es considerada como una virtud de la persona que actúa, una excelencia de su carácter que le permite vivir bien su relación con Dios y su papel en la sociedad, convirtiéndose en justo, porque da lo que es justo.
Por eso no podemos reducir la comprensión de la justicia a un tema de alcanzar la igualdad entre las personas o la universalidad de un ideal que no estima a las personas en cuanto tales. Está en juego el bien de la persona, y se pone en juego en las relaciones interpersonales inmediatas; será importante comprender quién es el prójimo con el que debo actuar en justicia. Las personas no somos seres individuales que después descubren que es más favorable vivir juntos unos con otros. No. Somos esencialmente sociales, es algo que está en nuestra propia naturaleza. Por eso el individualismo en el a veces vivimos nos hace tanto daño: nos impide comprendernos a nosotros mismos y ser felices. Por eso la injusticia nos hace tanto daño, porque en el fondo, cuando hacemos o padecemos injusticias, estamos diciendo y nos están diciendo: «no te quiero, no eres importante, no reconozco tu dignidad».

6 comentarios:

  1. si, en clase hemos estado hablando de la justicia y Giovanni, para que entendamos mejor esto de la justicia, nos a ha mandado investigar sobre ello. para esto, yo he decidido hacerle una entrevista a mi hermana mayor.

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  2. A mi me parece que la justicia es muy importante para vivir en la sociedad.

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  3. Me parece muy injusto que en el siglo XXI todavía
    haya gente que se muere de hambre y no tiene cubiertas sus necesidades básicas como agua potable, educación,sanidad etc.

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  4. La justicia ha de ser igual para todos

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  5. A mí me parece que la justicia es una recompensa o castigo que se corresponde a lo que hemos hecho. Otra cosa sería la igualdad (que nos traten a todos igual, que tengamos todos derecho a las mismas cosas -vivamos donde vivamos, seamos de una raza u otra, tengamos la religión que elijamos, ...-)

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  6. Yo solo puedo decir queremos justicia

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