Erase una vez unos abuelos y unos padres que se enfadaron con sus nietos e hijos. Los nietos e hijos no les hacían caso y los abuelos y padres decidieron mandarlo a los niños a un internado.
Los padres y los abuelos estaban muy contentos de no tener que estar con los niños, pero al cabo del tiempo empezaron a echarlos mucho de menos y decidieron ir a recogerlos.
Cuando llegaron al internado los niños no querían ni verlos. Estaban muy enfadados porque en el internado les maltrataban a todos, les hacían trabajar como esclavos, les daban muy poco de comer y tenían que dormir en el suelo muertos de frío. Así que no hablaron con sus padres y abuelos y no regresaron a casa con ellos.
Al cabo del tiempo como los niños no podían más se escaparon del internado y comenzaron a vivir en la calle. Cada día que pasaba pensaban que tenían que haber hablado con su familia y haber regresado con ellos. Pero ahora estaban en la calle comiendo de las basuras y durmiendo en las puertas de los edificios.
Un día un señor hablo con ellos y conoció su historia, este hombre les dijo que tenían que tener ASERTIVIDAD, es decir, ir a casa de sus padres y abuelos y quejarse educadamente, expresar lo que sentían por haber sido llevados al internado donde les maltrataban.
Los niños así lo hicieron y los padres y abuelos reconocieron que lo habían hecho mal. Los niños también se disculparon por no haberse ido con ellos y se dieron cuenta que tenían que haber sido asertivos antes
Toda la familia dio las gracias al señor y vivieron felices para siempre, habiendo aprendido que enfadarse tanto no tiene sentido hay que ser asertivos y expresar los que se piensa y siente sin hacer daño a los demás.
GRAX ME AYUDARON EN MI TAREA
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